¿Estilo mediterráneo o chileno?
Ambos estilos tienen sus encantos y particularidades. Mientras las casas mediterráneas ofrecen un refugio fresco ante el calor y un diseño que evoca vacaciones permanentes, las casas chilenas se adaptan a diversos climas y paisajes, reflejando la rica cultura del país. La elección dependerá de tus preferencias personales, el clima de la zona y el tipo de conexión que busques con el entorno.
¿Por qué elegir una sobre la otra?
Si buscas un diseño que te transporte al verano europeo, las casas mediterráneas son para ti. Pero si prefieres una vivienda que se integre con el paisaje chileno y tenga un toque más rústico y tradicional, entonces opta por una casa chilena. Ambas opciones ofrecen ventajas únicas, y la decisión final dependerá de tus gustos y necesidades.
Caracterizadas por sus techos planos, paredes blancas o de tonos tierra y grandes ventanales, estas viviendas son ideales para climas cálidos y soleados. Su diseño se inspira en la simplicidad y la funcionalidad, con espacios abiertos que invitan a la convivencia y a disfrutar del aire libre. Los patios, terrazas y jardines son elementos esenciales en estas casas, creando un ambiente perfecto para relajarse y conectarse con la naturaleza. Además, su construcción suele utilizar materiales naturales como la piedra y la madera, además del hormigón, lo que les da un toque rústico y auténtico.
Desde las robustas construcciones de madera en el sur, inspiradas en la tradición chilota, hasta las resistentes viviendas de adobe en el norte, cada diseño tiene su propia esencia. Estas casas suelen tener patios interiores, corredores y una fuerte conexión con el paisaje circundante. Los materiales utilizados varían según la región, pero siempre se busca la armonía con el entorno. En el sur, la madera es protagonista, mientras que en zonas más áridas, cemento y la piedra predominan. Estas viviendas no solo ofrecen refugio, sino que también cuentan la historia de generaciones y reflejan la identidad chilena.